Ella lo conoció en una noche tibia.
Estaba muy apurada y, como que por un milagro, él apareció. Y desde entonces todo le quedó más fácil.
Empezaron a verse todos los días. Ni siempre se llevaban bien: a veces era muy difícil hablar con él.
Al comienzo, ella quiso desistir. Quiso cambiarlo por otro. Pero después se acostumbró, y un día, como las flores que nacen sin alarma y llenan los jardines de vida, ella se dio cuenta de que estaba totalmente enamorada de él. Un amor profundo y sin límites.
Era verdad que él tenía otras amantes. Ella lo sabía, y no le importaba; todo lo que le importaba era que todos los días él estuviera allá, para recogerla y llevarla a las rayas del paraíso - o, mas precisamente, muy cerca del cementerio.
¿Su nombre? Ella sólo lo llamaba "17", y eso bastaba.
Era el ómnibus que hacía el recorrido desde el Barrio Norte hasta la Recoleta.
[Escrevi esse conto como trabalho para meu curso de espanhol, usando como base uma crônica feita por meu querido amigo Xande Carioca].
terça-feira, 24 de maio de 2005
Una pasión desenfrenada
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Um comentário:
Parabbéns pela iniciativa.... o ritmo do texto em espanhol é divino! lembra um filme de arte com o texto em off
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